A las puertas de un fin de semana muy importante para las empresas cinematográficas por la celebración de la gala de los Oscars, os damos información curiosa sobre la fabricación de la preciada estatuilla.
Desde 1982, R. S. Owens se encarga de fabricar de forma artesanal las figuras que se entregan durante la gran noche del cine en Hollywood.
Cada estatuilla es única y se realiza completamente a mano.
El primer paso es fundir el metal en grandes calderos.
Después, esa aleación metálica se introduce en moldes con la forma de las estatuillas.
Cuando la figura está seca se pule por primera vez.
Una vez que la figura ya tiene su forma final, se sumerge, sucesivamente, en tres baños de cobre, níquel, plata y oro de 24 quilates.
Cuando los baños se han secado, un operario pule la estatuillas hasta lograr su característico brillo dorado.
Una vez que la pieza ha sido revisada y ha pasado el control de calidad, un empleado la atornilla a su soporte, la envuelve en un plástico y la guarda en una caja fuerte a la espera de ser trasladada al lugar donde se celebra la gala, el Kodak Theather de Los Ángeles.
Un mes después de recibir el Óscar, cada ganador debe enviar su estatuilla a la Academia para que R. S. Owens le de el toque final: la adición de una plaqueta que personaliza el premio. Entonces, sí se puede decir que el trabajo que esta empresa de Chicago ha concluido. Al menos, hasta la siguiente ceremonia.
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